En 1885 la aristocrática residencia se convirtió en un hotel y más tarde en un club británico. Tras una completa renovación, el edificio volvió a abrir como hotel en 1999.
El vestíbulo con su piso de mármol personifica la tranquilidad tropical. Los cómodos muebles de mimbre están situados entre exuberantes plantas, arcos y columnas. El restaurante y el bar presumen de un diseño clásico que canaliza la elegancia del Ritz. Enrique, el maître, garantiza conocimiento, profesionalidad y servicio personalizado del más alto nivel.
Parte de la magia del Hotel Florida comienza donde termina el patio: en un pasillo que lo comunica con el adyacente Hotel Marqués de Prado Ameno, construido más de un siglo antes. Dicho atajo es una máquina del tiempo en la que los huéspedes viven una auténtica experiencia al estilo de Alicia en el País de las Maravillas. Los huéspedes pueden disfrutar servicios como el desayuno en ambos alojamientos.
Precios según plan:
SÍGANOS